Continuamos profundizando un poco más sobre el tema de la documentación científica. En la anterior entrada ya comenté algunos de los elementos que caracterizan el documento científico en Derecho.
Mi experiencia previa en el campo de la documentación científica
En Derecho, las principales fuentes de información que manejamos son tres:
1) Legislación: Las leyes son el objeto que estudian las ciencias jurídicas. Por ello, en primer lugar resulta indispensable localizar toda la normativa referida al tema que nos interesa y estudiarla. Por muy concreto que sea un tema siempre va a haber multitud de normas que le afectan y encontrarlas todas a veces resulta complicado.
Para llevar a cabo esta búsqueda es importante tener en cuenta los principios jurídicos de jerarquía y de competencia. Dicho de forma muy simplificada, las normas se estructuran jerárquicamente (Constitución, Ley, Reglamento) y dentro de cada nivel la competencia para regular una determinada materia puede corresponder a diferentes entes territoriales (Estado, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos). Por ello, a la hora de localizar las normas se debe tener en cuenta cómo se articula el Estado en que nos encontramos, para así poder conocer las fuentes de las que estas normas proceden.
Por poner un ejemplo concreto, en relación con el tema de medio ambiente vamos a encontrar en primer lugar multitud de tratados internacionales ratificados por España, así como gran cantidad de normas de la Unión Europea que nos afectan. Tanto la Constitución como los diferentes Estatutos de Autonomía de las respectivas Comunidades Autónomas también contienen diversas referencias a cuestiones medioambientales. Después son las leyes estatales o autonómicas las que van concretando con más detalle todo lo que se establece en los tratados, las normas europeas, la Constitución y los Estatutos. Y por último, los reglamentos intentarán regular todavía con mayor detalle todo aquello que las leyes no terminen de concretar. Además, en materia de medio ambiente los municipios también tienen competencias que tratarán de desarrollar a través de sus respectivas normas.
¡Vaya lio! ¿verdad?
2) Jurisprudencia: En mi opinión, los Tribunales de Justicia es lo más parecido a un laboratorio que tenemos los juristas. La redacción de las normas tiende a ser ambigua y su aplicación a la realidad puede dar lugar a conflictos en los que cada una de las partes cree tener razón en base a diferentes argumentos. En estos casos podemos esforzarnos por elaborar complicadas teorías y conjeturas que apoyen la opinión que defendemos, pero serán los jueces quienes aporten los resultados para nuestras hipótesis. Sin embargo, las sentencias implican la preexistencia de un conflicto entre particulares y por ello no podemos acudir a un Juez cada vez que pretendamos refutar las teorías que elaboramos acerca de una norma. Toca esperar a que los conflictos aparezcan para obtener las respuestas que buscamos; y en Derecho, la realidad supera con creces a la ficción, de tal forma que el caso más enrevesado que hubiéramos imaginado se materializa a veces elevado al cubo.
3) Doctrina: Los manuales de Derecho y los artículos científicos constituyen excelentes herramientas en las que las leyes se interpretan y sistematizan (y también se critican). No faltan las divergencias y discusiones entre sectores contrapuestos. En estos casos la aparición de sentencias que resuelven casos concretos puede servir para alzar victoriosa a una de las corrientes en detrimento de la otra. Pero esta última rara vez aceptará la solución judicial y enseguida plasmará su opinión disidente en sucesivas publicaciones. A lo que se añade que en nuestro sistema de Derecho el precedente judicial, aunque tiene importancia, no resulta vinculante para otros jueces que en sucesivos casos pueden optar por desviarse de la tendencia inicial.
Las nuevas tecnologías han facilitado enormemente la búsqueda de toda esta información de modo que existen grandes bases de datos informáticas que nos permiten encontrar rápidamente normas, sentencias y publicaciones científicas referidas al tema que estudiamos. Por suerte para nosotros, aquellos monumentales tomos que reunían las sentencias más relevantes dictadas en cada año, no tienen hoy mayor funcionalidad que adornar los despachos de los abogados que salen en la tele.
Comparación con otras disciplinas
En la anterior entrada del blog ya hice una crítica sobre la estructura y características de los artículos científicos de Derecho. La sesión del pasado viernes resultó esclarecedora en este sentido. A todos sorprendió el contraste entre las revistas de Derecho y las de las disciplinas a que se dedican los compañeros con los que hice la práctica propuesta. Ya lo veía venir, pero no dejaron de llamarme la atención aspectos como el mayor atractivo de las revistas de otras disciplinas, con sus ilustraciones y colores, la gran extensión de los artículos de Derecho en comparación con los del resto de revistas y el rigor del método imrad frente al freestyle que durante mucho tiempo han practicado los juristas.
Valoración de la sesión presencial
Por último me gustaría destacar la utilidad práctica que se puede extraer de la sesión del viernes para la realización de nuestras tesis. La lección sobre herramientas informáticas me pareció sencillamente magistral e indispensable para el trabajo como investigadores. Personalmente ya utilizaba bases de datos jurídicas sobre legislación, jurisprudencia y publicaciones científicas, pero desconocía absolutamente aplicaciones como feedly, mendeley o evernote que voy a empezar a usar a partir de ahora. Por momentos creí haber viajado al futuro al ver la cantidad de usos que se les podía dar. Tenemos la suerte de investigar en esta era de la información y la tecnología: solo queda elogiar el trabajo de los que nos precedieron y tratar de aprovechar al máximo las facilidades de que disponemos.
Muchas gracias. Muy interesante y muy buena reflexión desde el ámbito del derecho. Animo
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que te haya resultado interesante la sesión. Es verdad que hay muchas herramientas maravillosas por ahí, y que merece la pena mostrarlas.
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